Con la llegada del verano, aumenta el calor a niveles que son difíciles de soportar, tanto durante el día, como en las noches, a la hora de dormir.
A raíz de esto, a muchas personas les cuesta conciliar el sueño. Niños, niñas, personas mayores y quienes tienen enfermedades relacionadas al dormir, están entre los principales afectados.
La doctora Larisa Fabres, neuróloga del Programa Medicina del Sueño de Clínica Universidad de Los Andes, nos entrega detalles al respecto: “Hay enfermedades como el insomnio, el ronquido y las apneas de sueño que afectan la calidad del sueño de las personas".
Aquello, sumado al calor, termina “provocando problemas en su conciliación, varios despertares en la noche o simplemente dejarnos desvelados por varias horas, lo que altera la llamada arquitectura del sueño, esencial para la anhelada sensación de sueño reparador”.
En definitiva, el buen dormir es vital para nuestra salud mental y física, por el aporte de energía que entrega para empezar un nuevo día.
Principales recomendaciones para dormir con este calor
- Abrir las ventanas y puertas en el día, para que la habitación esté lo más ventilada posible. La temperatura recomendada es de 18 a 21 grados Celsius. Un ventilador o aire acondicionado por un par de horas pueden ayudar a llevar la temperatura a niveles más confortables.
- Mantenerse hidratado durante el día, dado que esto ayuda a regular mejor la temperatura nocturna.
- Usar ropa ligera para dormir, idealmente de algodón.
- Cenar liviano por la noche y evitar el consumo de alcohol, el cual provoca un sueño más superficial y puede propiciar mayor sudoración nocturna.
- Siempre es recomendable “desconectarse” de las pantallas un poco antes de dormir, prefiriendo leer un libro o revista, o escuchar música, dado que esto prepara de mejor manera para enfrentar el sueño nocturno.
- Antes de acostarse, darse una ducha tibia (no fría, que provocará una reacción posterior de calor).