Este martes, una explosión se registró en Polonia, cerca de la frontera con Ucrania, y dejó dos personas muertas. La primera información indicó que se trataba de un misil ruso, sin embargo, la información se descartó con el paso de las horas.
A través de una declaración realizada en la cumbre del G20, que se realiza en Bali, el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró de acuerdo a investigaciones preliminares, que la explosión sería un “error técnico”.
Tras ello, su homólogo de Polonia, Andrzej Duda, manifestó desde Varsovia, que “es probable” que dicho misil “fuera lanzado por Ucrania, además, nada indica que se tratara de un ataque intencionado contra Polonia”.
A su vez, el primer ministro, Mateusz Morawiecki, comentó que “la mayoría de las pruebas que hemos recogido indican que no será necesario invocar el Artículo IV de la OTAN en este momento”.
Sobre ello, la autoridad polaca advirtió que el tratado, “todavía está en nuestras manos”, por lo que “todos los procedimientos antes de invocar el Artículo IV funcionaron”.
Finalmente, el líder de Polonia golpeó la mesa, asegurando que “Ucrania se estaba defendiendo contra el ataque, así que la culpa de todo el incidente es de Rusia”.