Este jueves se desarrolló el último debate de cara a las elecciones presidenciales de Brasil, que enfrentará en las urnas a Jair Bolsonaro y Lula da Silva.
Ambos políticos, que disputan por el sillón presidencial, buscan lograr el triunfo en primera vuelta. Sin embargo, los sondeos previos indican un leve favoritismo para da Silva, de hecho, Bolsonaro, se queda solo con el 36% de las preferencias.
“Lo que está en juego en las elecciones es el futuro de la Nación. Brasil era una cleptocracia. Lula fue el jefe de una gran organización criminal. No podemos continuar en el país del robo”, dijo el candidato del Partido Liberal.
A estas palabras, se suma que Bolsonaro catalogó a Lula de “expresidiario”, haciendo alusión a que también fue condenado en tres oportunidades por corrupción y dejó entrever que fue liberado por tener contactos y un “amiguito” en la Corte Suprema, de Brasil.
En el set televisivo se hicieron emplazamientos referentes a crímenes, escándalos de corrupción, discusiones particulares, robos e incluso, referentes a estafas. Situaciones no lejanas a las que dejó el debate anterior.