Desde septiembre de este año todos los buses interurbanos que comiencen a operar en el país deberán tener cinturones de seguridad de tres puntos, que son similares a los que utilizan los vehículos particulares, para brindar mayor protección a las personas en caso de un siniestro de tránsito, reemplazando a los actuales que sólo son de dos puntos, o sea, aquellos que solo van a la cadera.
Según el Observatorio de Seguridad Vial, la tasa de lesiones se reduce en 23% si se utiliza un dispositivo de dos puntos, mientras que el de tres puntos logra disminuirla en 53%. Además, se estima que los sistemas de seguridad de cadera tienen una efectividad de 32% para reducir lesiones fatales, mientras que el de tres puntos alcanza un 44%. En el caso de volcar, ambos tipos tienen una gran efectividad, con 76% y 77%.
¿A qué se debe este cambio? La secretaria Ejecutiva de la Conaset, Johanna Vollrath, dijo que “el trágico siniestro de un bus de la empresa Línea Azul en el año 2019, que cobró la vida de seis personas, entre ellas Florencia Fernández de solo nueve años, fue la motivación para este cambio normativo”