Un tenso episodio se vivió este viernes en la 80ª Asamblea General de Naciones Unidas, cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tomó la palabra en medio de un gesto de protesta diplomática. Decenas de delegaciones abandonaron la sala apenas comenzó su intervención, en rechazo a la postura del mandatario.
Netanyahu había anticipado que utilizaría el escenario internacional para “exponer la verdad de Israel” y responder a los líderes que defienden la creación de un Estado palestino. Sin embargo, su presencia generó un ambiente hostil en el hemiciclo, donde incluso se registraron abucheos y llamados al orden durante los primeros minutos de su discurso.
El rechazo diplomático se convirtió en uno de los momentos más comentados de la jornada, pues varios países quisieron marcar distancia con la política israelí frente al conflicto en Gaza. Pese a ello, Netanyahu continuó con su exposición, reafirmando su línea crítica hacia las resoluciones de Naciones Unidas que impulsan la causa palestina.
En paralelo, medios locales como Haaretz revelaron que el Ejército israelí dispuso de altavoces en camiones para retransmitir el discurso en la Franja de Gaza, medida que provocó cuestionamientos internos por los riesgos de seguridad que implica mover tropas a zonas expuestas a ataques de Hamás. Este gesto añadió más tensión a un contexto ya marcado por la escalada militar en la región.