Fuertes imágenes dejó la actual situación de Bucha, ciudad ucraniana de 30 mil habitantes a 25 kilómetros de Kiev. La zona se encontraba bajo el control de Rusia, hasta el viernes, cuando decidieron retirar sus fuerzas del territorio. El sábado, una decena de cuerpos fueron encontrados en las calles de uno de los suburbios, sin claridad aún de cómo fallecieron ni su identidad.
Las víctimas se encontraban vestidas de civil, con abrigos, pantalones, zapatillas o botas, algunos maniatados y tirados boca abajo. Los rostros, según informan medios internacionales, tenían aspecto ceroso, por lo que podrían llevar varios días en el lugar. Autoridades locales informaron que se cavaron fosas comunes para sepultar cerca de 410 cadáveres, cifra revelada por servicios funerarios.
La organización de derechos humanos, Human Rights Watch, afirmó que el ejército ruso cometió posibles crímenes de guerra, ante esto Rusia negó todo tipo de acto. “Rechazamos de forma categórica todas las acusaciones” señaló el portavoz ruso, Dmitri Peskov, y pidió a los líderes internacionales “no apresurarse con declaraciones”.
Este lunes, sin embargo, el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, visitó la ciudad y calificó a los soldados rusos de “asesinos, torturadores, violadores y saqueadores”.