Ya ha pasado más de un año desde la llegada de la pandemia y son muchas las personas que realizan sus funciones de trabajo desde sus casas. Uno de los tantos cambios que ha llegado para quedarse, y que al principio, parecía ser un beneficio, pero hoy en día ya no lo es.
La falta de interacción cara a cara con el entorno laboral, el estrés del encierro indefinido, el rol múltiple que ha tenido que asumir gran parte de la población, el miedo a perder el empleo debido a los vaivenes de la economía, son uno de los motivos por los cuales el 84% quiere volver a la presencialidad lo más pronto posible.
Así lo evidencia el último informe Workmonitor de la consultora internacional de Recursos Humanos, Randstad. El estudio demuestra que más de los 800 casos consultados admitió que le gustaría volver a los lugares de trabajo, posicionándonos como país en el número 9 entre las naciones consultadas en la medición. Consultados también por la productividad el 66% reconoció haber bajado su desempeño y el 30% dice que se debe al nivel de estrés durante el período.